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¿Y si tu balcón se convirtiera en un escenario para mariposas?

Aunque suene a fantasía, es completamente posible. Incluso en medio de la ciudad, entre edificios y calles ruidosas, la naturaleza sabe cómo volver si le abrimos espacio. En Andoke lo vemos todos los días: familias que se sorprenden al descubrir que no necesitan un bosque para vivir la magia de las mariposas, solo una terraza, algunas plantas y el deseo de reconectar.

Lo primero que debes saber es que muchas mariposas se adaptan fácilmente a la vida urbana. Si encuentran flores donde alimentarse y plantas donde dejar sus huevos, no dudan en quedarse. Su presencia es una señal hermosa de que hay vida, de que el entorno es saludable. En una ciudad como Cali, rodeada de biodiversidad, atraer mariposas al jardín o al balcón no solo es posible, es una invitación a mirar la ciudad con otros ojos.

Comienza por elegir las plantas adecuadas. Las mariposas necesitan dos tipos: hospederas, donde ponen sus huevos y crecen las orugas, como pasifloras, caléndulas o algodoncillo; y nectaríferas, que alimentan a los adultos, como verbena, lantana, cosmos o lavanda. Puedes encontrarlas fácilmente en viveros urbanos. No necesitas un gran jardín: una maceta colgante, una jardinera en la ventana o una pared verde en la terraza bastan para empezar. Si vives en un apartamento, incluso una repisa con buena luz puede convertirse en refugio para una nueva vida.

Eso sí: evita los insecticidas. Aunque su uso es común en jardinería, afectan directamente a huevos, orugas y mariposas adultas. Prefiere repelentes naturales como la albahaca o el romero, que además aportan aroma y belleza al espacio. Añade también una pequeña fuente de agua poco profunda: una piedra húmeda o un plato con arena mojada servirá. Las mariposas buscan sales minerales en el suelo, y esa simple acción puede hacer que regresen una y otra vez.

Y lo más importante: observa. Mira qué especies llegan, qué colores predominan, en qué momento del día aparecen. Lleva un pequeño diario, toma fotos o dibuja con tus hijos. Este acto de atención y registro fortalece el vínculo con la naturaleza y convierte cada visita de una mariposa en un regalo.

¿Sabías que muchas de las mariposas que vuelan libres en Cali han nacido en Andoke? Cada mes liberamos parte de nuestra producción como una contribución activa a la restauración ecológica. También puedes vivir ese proceso en casa con nuestros kits de cría, que te permiten observar la metamorfosis desde el primer día. Y si buscas más inspiración, una visita a nuestro mariposario puede darte las ideas y herramientas para transformar tu propio espacio urbano en un santuario de alas.

Tu jardín, balcón o terraza también puede ser un hogar para la vida. Solo necesitas empezar. 

Reserva tu visita, participa en nuestros talleres o adquiere un capullo y acompaña el vuelo desde el principio. Porque la magia de la naturaleza también se siembra en la ciudad.